Inma, después de veintidós años de amistad la vida te ha apartado de mi lado y de la de los tuyos. No es justo, nos decimos, no podemos vivir sin ti, sin tu alegría, tu humor, tu candor y tu amor. Has sido la mejor amiga que nunca he tenido y he tenido la gran suerte de crecer contigo, estudiar en la universidad junto a ti y encontrar nuestro primer amor y nuestros maridos en el transcurso de nuestra vida en común. Me has ayudado y apoyado de manera incondicional en cada instante de mi vida, sin juzgar, sin una discusión y compartiendo mucho amor e inocencia. Eramos como dos niñas grandes. A quién sino le hubiera podido regalar las navidades de 2011 un vestido para su Lesly de la infancia? No compartíamos mi afición por las muñecas, pero te gustaban y conservabas las tuyas de cuando eras pequeña. Echo de menos nuestras conversaciones, nuestros abrazos, nuestra amistad, tu mirada. Me faltas toda tu y desde noviembre mi vida es más gris. Hoy que he recuperado una muñeca similar a la de mi infancia, con la misma ropa, una Lesly, tu preferida, te la dedico a ti por si puedes verme y leer lo que escribo. Mi blog está lleno de tus comentarios y me da una pena inmensa leerlos y pensar que ya no volverás a escribirme. Sólo decirte que te quiero y que vivirás toda la vida dentro de mí. Viaja con la luz dulce Inma y cuida de tus niños, como siempre digo, puedo verte sonreir. Espérame al otro lado del túnel. El beso más fuerte que puedas imaginar, mi niña.
Y para todos aquellos que no conocen el que era el blog de mi querida Inma, aquí va el enlace para lograr adentrarse en un maravilloso mundo de fieltro, de colores, de ternura y de creatividad. Cómo no, como periodistas que somos, con ese toque periodístico que ella concedió a algunas entradas como las de las Meninas. Te quiero
http://elrincondeincla.blogspot.fr/
